La música y el vino comparten la epistemología del misterio. La subjetividad determina el efecto que causan en nosotros. La música de Bach es infinita y eterna. Encierra los secretos del arte y los enigmas de la existencia y, después de trescientos años, continúa despertando pasiones, calmando el hambre de respuestas y cautivando a las almas curiosas. El vino de Champagne es infinito y eterno. Guardián del placer de los sentidos, encierra un jardín diferente en cada botella, un viaje a las personas que lo han hecho posible. Después de trescientos años, lejos de haber permanecido en el olvido, el Champagne continúa proporcionando inspiración como uno de los extras elegantes de la vida.Música líquida: champagne y (des)variaciones Goldberg nos ofrece una mirada inédita sobre la belleza que comparten el vino y la música, se acerca a los debates contemporáneos como el concepto de terroir y las formas de producción sostenibles, e incide en la importancia del vino (concretamente el vino de Champagne) y el arte (en este caso, la música, las Variaciones Goldberg, de Bach) como elementos culturales identitarios de nuestra civilización. El vínculo entre los treinta y dos productores de champagne que el autor considera esenciales, y las Variaciones Goldberg, de Bach, proporciona al relato nuevos elementos que transforman y enriquecen los aspectos puramente sensoriales. Marca: Não Informado