En estas cartas encontramos el profundo amor de ManuelUribe Ángel hacia Luis Gregorio Johnson, su sobrino, a quien quiso como a un hijo y por quien encaminó todos sus esfuerzos afectivos y económicos para ofrecerle las mejores condiciones de vida. Leyéndolas reconoceremos a un padre entregado al propósito de la formación tanto humanística como social y cul- tural de su hijo. Están colmadas de consejos, de palabras de aliento, de luces sobre el camino que debe seguir un joven, pero también de libertades, de apoyo para la construcción de su propia vida, con autonomía. Sin embargo, sus palabras no solo atañen a la dimensión íntima, también se convierten en unrico sendero para reconocer los últimos treinta años del si-glo XIX en Colombia; desde la intimidad de un ciudadano, sepuede sentir la incertidumbre por vivir en un país envueltoen diferencias políticas que solo llevaban a guerras civiles, con los consecuentes estragos sociales: odios, desigualdad y pobre- za. Dos dimensiones de la vida de don Manuel a las que, como polizones,podemosasomarnos. Marca: Não Informado